Niñito descalzo de carita sucia.
Ángel de arcilla vestido en harapos.
Vienes tras mechones surcando tu seño
bañado en hollines y moco navideño .
Recorres los subtes, te subes al tren.
Piecitos de barro cruzando el andén.
Niñito descalzo, dame una estampita,
apoya tu mano, confiesa tu pena.
Que pronto en el túnel, nacerá otro Niño.
Muy pobre y de harapos también llegará.
Ya no más trabajo para tu cuerpito.
Ni esclavo ni hambriento.
Ni sucio, ni rancio.
Solo tus derechos, niño privilegiado
que por ser un niño, Dios te ha regalado.
Y en horas de ensueño, juguetes y miel,
ungirá sanación en tu pequeña piel.
Niñito descalzo, te doy mis zapatos.
Angelito sucio, te lavo los pies.
Cuerpito cansado, acuno tu llanto.
¡Navidad de azúcar para tu niñez!
ANY CARMONA
Precioso Ana, Manolo
ResponderEliminarGracias Manolo, si tú lo dices, debe ser así.Pues eres un poeta y escritor infantil consagrado..besos...Any
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