Que no te roce indiferente
sin dejar su sello
la estación de los poetas
del planeta azul.
Entibiando los días
de sensuales colores
pegajosas texturas
inconmensurables sabores.
Que no te falte el bosque
sumido en humus
tejiendo laderas
de verdor florido.
Con sus blandas humedades
de cautivantes aromas
avivando el cuerpo
de pasiones dormidas.
Que la metamorfosis
de una nueva Primavera
desflorando brotes
de los vástagos caídos
agriete tu alma helada
y acaricie tu conciencia
en prueba tangible
del perdón divino.
ANY CARMONA
*Del libro Luz de soledad
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