Anoche la vi escondida
en la orillita del mar.
Tiene la mirada hundida
Y no deja de llorar.
-¿Por qué llora mi ranita?
-Es que no puedo saltar,
pues me falta una patita
que un sapo me fue a arrancar.
No me llores amiguita
que yo te la iré a buscar,
y al sapo, de mañanita,
yo se la he de quitar.
Para que corras y saltes…
y no pares de cantar.
Que la charca, sin tu canto,
Muy triste se quedará.
MANUEL CUBERO URBANO
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