Las flores y en especial las
rosas,
tienen infinidad de amigos.
La mujer es la primera
porque compite en belleza.
- ¿Quién de las dos es la más
linda? –
pregunta a la jardinera, la rosa.
- Soy yo – contesta la dama
que en el agua se mira
y en ella se refleja.
- No es así - dice el jazmín
- La más bella es la rosa
y el más fragante soy yo
aunque el color de las alegrías,
lleva la mejor puntuación –
La segunda amiga de las flores
es la abeja
pues con su polen amarillo,
fabrica un alimento único
que llamamos miel.
Suave, transparente y dulce jarabe.
Rica y empalagosa,
la servimos en una bandeja.
El tercer plano es para el rocío.
Baña el jardín por las noches,
engalanando sus pétalos
de gotas como diamantes.
Joyas rutilantes que brillan
como el más caro collar.
El cuarto es el sol vibrante
que a través de la fotosíntesis
les da energía y vigor.
Luego, la regadera.
Con chorros de agua cristalina
calma su sed por las tardes,
justo antes de que baje el sol.
El sexto es la tierra fértil.
Las alimenta y nutre
y les da su bendición.
Y por último,
el único que le da sólo amor
a la flor: el colibrí.
Un ave pequeñita
de alitas movedizas
y pico besucón.
A cada hora vuela muy cerca
para darle sus besos largos
de pasión.
Los amigos de las flores son
muchos
pero no hay que olvidarse
de su octava y más necesaria
relación: el poeta jardinero.
¿Qué sería de él sin la flor?
ANY CARMONA
Ritmo y sensaciones unidas en u lindo poema.
ResponderEliminarMe encantó.
Besos
Manolo