El libro es nuestro amigo

El libro es nuestro amigo
El libro es nuestro amigo. Cuando un niño o un adolescente leen tiene la posibilidad de asomarse a mundos inusitados

El valor de las letras

Cuando un niño o un adolescente lee, vuela con su imaginación al infinito. Las letras nos hacen cabalgar sobre mundos extraordinarios, ser princesas entre castillos de ensueño, héroes salvadores de la humanidad o alegres saltamontes rodeados de mariposas y ráfagas de brisas primaverales. Podemos elevarnos con la quilla de algún barco pirata, saltar de una nave hacia el espacio sideral o cruzar la puerta de la realidad hacia sitios fantásticos. La literatura es magia para nuestra primera infancia tanto como aventura en la adolescencia o pasión en la juventud. Los cuentos, poemas y relatos son las alas del alma.

¡Como Alicia en el País de las Maravillas...pasemos juntos del otro lado!


Any Carmona

miércoles, 25 de mayo de 2011

EL PRINCIPITO por Antoine de Saint Exuperí (Para niños y jóvenes desde 10 años)

CAPÍTULO XIX

El principito ascendió a una alta montaña. Las únicas montañas que había conocido eran los tres volcanes que le llegaban a la rodilla. Y usaba el volcán apagado como taburete. "Desde una montaña tan alta como ésta – pensó – divisaré de una vez todo el planeta y todos los hombres..." Pero no vio más que picos rocosos bien afilados.

- Buen día – dijo por si acaso.
- Buen día... Buen día... Buen día... – respondió el eco.
- Quiénes son ustedes ? – dijo el principito.
- Quiénes son ustedes... quiénes son ustedes... quiénes son ustedes... – respondió el eco.
- Sean mis amigos, estoy solo – dijo.
- Estoy solo... estoy solo... estoy solo... – respondió el eco.
"Qué planeta tan extraño ! – pensó entonces. – Es todo seco, y todo puntiagudo y todo salado. Y a los hombres les falta imaginación. Repiten lo que se les dice... En casa tenía una flor: ella siempre hablaba primero..."





CAPÍTULO XX

 

Pero sucedió que el principito, habiendo caminado mucho tiempo a través de arena, rocas y nieve, descubrió por fin una ruta. Y todas las rutas van hacia los hombres.- Buenos días – dijo.
Era un jardín florido de rosas.
- Buenos días – dijeron las rosas.
El principito las miró. Todas se parecían a su flor.
- Quiénes son ustedes ? – les preguntó, estupefacto.
- Somos rosas – dijeron las rosas.
- Ah! – respondió el principito.


Y se sintió muy desgraciado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y he aquí que había cinco mil, todas parecidas, en un solo jardín !
"Ella estaría muy molesta – se dijo – si viera esto... tosería muchísimo y fingiría morirse para escapar al ridículo. Y yo estaría obligado a fingir que la auxilio, porque si no, para humillarme a mí también, se dejaría morir de veras..."
Luego continuó diciéndose: "Me creía poseedor de una flor única, y sólo tengo una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales posiblemente esté apagado para siempre, no hacen de mí ciertamente un gran príncipe..." Y, tendido en la hierba, lloró.



(CONTINUARÁ)

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