El libro es nuestro amigo

El libro es nuestro amigo
El libro es nuestro amigo. Cuando un niño o un adolescente leen tiene la posibilidad de asomarse a mundos inusitados

El valor de las letras

Cuando un niño o un adolescente lee, vuela con su imaginación al infinito. Las letras nos hacen cabalgar sobre mundos extraordinarios, ser princesas entre castillos de ensueño, héroes salvadores de la humanidad o alegres saltamontes rodeados de mariposas y ráfagas de brisas primaverales. Podemos elevarnos con la quilla de algún barco pirata, saltar de una nave hacia el espacio sideral o cruzar la puerta de la realidad hacia sitios fantásticos. La literatura es magia para nuestra primera infancia tanto como aventura en la adolescencia o pasión en la juventud. Los cuentos, poemas y relatos son las alas del alma.

¡Como Alicia en el País de las Maravillas...pasemos juntos del otro lado!


Any Carmona

viernes, 15 de junio de 2012

PAÍS DE AZÚCAR*


En mi país de azúcar
con ciudades de bombón
viven niños felices,
llenos de imaginación.
Ellas tienen casas de caramelo.
Sus techos son de merengue,
de galletitas las paredes
con columnas de turrón.

En cada  río
hay leche chocolatada
y en el mar  hay peces
de mermelada.
Rojos y azules,
de aletas anaranjadas.
Medusas de gelatina
y caracoles de harina.

 El agua del océano
no es salada,
es dulce pues es de miel
con olas grandes
merengadas
y barquitos de papel.

En mi país de azúcar
hay pueblos de mantecol.
La  lluvia es de almíbar,
de coco rallado, la nieve.
Gotas y copos caen
sobre este país de ilusión.

Si miramos a lo lejos,
vemos prados de amor.
Son de fruta abrillantada,
de pan dulce y de yogur.
A su vera las montañas
parece que de helado son.
¿De qué gustos vienen ellas,
o cuáles son sus sabores?
Algunas son de frutillas,
de dulce de leche, de vainilla
pero también hay de limón.
Con almendras, con maní
o con cacao granizado
de color marrón.

Es mi nación una dulzura,
es canto y es confitura.
Sus senderos y caminos
son de crema chantillí.
De facturas son sus puentes,
de biscochuelo, los autos.

De azúcar impalpable
vienen nevadas, las flores.
Y los árboles como pompones,
dan ramas de chocolate
y el  follaje,
es de sambayón…

¡Qué rico es mi país!
De risas,
de dulces
y de ilusión.

ANY CARMONA
*Del libro Pequeñas huellas

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