El libro es nuestro amigo

El libro es nuestro amigo
El libro es nuestro amigo. Cuando un niño o un adolescente leen tiene la posibilidad de asomarse a mundos inusitados

El valor de las letras

Cuando un niño o un adolescente lee, vuela con su imaginación al infinito. Las letras nos hacen cabalgar sobre mundos extraordinarios, ser princesas entre castillos de ensueño, héroes salvadores de la humanidad o alegres saltamontes rodeados de mariposas y ráfagas de brisas primaverales. Podemos elevarnos con la quilla de algún barco pirata, saltar de una nave hacia el espacio sideral o cruzar la puerta de la realidad hacia sitios fantásticos. La literatura es magia para nuestra primera infancia tanto como aventura en la adolescencia o pasión en la juventud. Los cuentos, poemas y relatos son las alas del alma.

¡Como Alicia en el País de las Maravillas...pasemos juntos del otro lado!


Any Carmona

sábado, 5 de febrero de 2011

EL PRINCIPITO por Antoine de Saint Exuperí (Para niños y jóvenes desde 10 años)

CAPÍTULO XVIII


El principito atravesó el desierto y no encontró más que una flor. Una flor de tres pétalos, una flor bien vulgar...
- Buen día – dijo el principito.
- Buen día – respondió la flor.
- Dónde están los hombres ? – preguntó cortésmente el principito.
La flor, un día, había visto pasar una caravana:
- Los hombres ? Existen, creo, seis o siete. Los vi de lejos hace unos años. Pero nunca se sabe dónde encontrarlos. Los lleva el viento. Carecen de raíces, y eso les crea muchas dificultades.
- Adiós – dijo el principito.
- Adiós – respondió la flor.



CAPÍTULO XIX


El principito ascendió a una alta montaña. Las únicas montañas que había conocido eran los tres volcanes que le llegaban a la rodilla. Y usaba el volcán apagado como taburete. "Desde una montaña tan alta como ésta – pensó – divisaré de una vez todo el planeta y todos los hombres..." Pero no vio más que picos rocosos bien afilados.
- Buen día – dijo por si acaso.
- Buen día... Buen día... Buen día... – respondió el eco.
- Quiénes son ustedes ? – dijo el principito.
- Quiénes son ustedes... quiénes son ustedes... quiénes son ustedes... – respondió el eco.
- Sean mis amigos, estoy solo – dijo.
- Estoy solo... estoy solo... estoy solo... – respondió el eco.
"Qué planeta tan extraño ! – pensó entonces. – Es todo seco, y todo puntiagudo y todo salado. Y a los hombres les falta imaginación. Repiten lo que se les dice... En casa tenía una flor: ella siempre hablaba primero..."



CAPÍTULO XX


Pero sucedió que el principito, habiendo caminado mucho tiempo a través de arena, rocas y nieve, descubrió por fin una ruta. Y todas las rutas van hacia los hombres.
- Buenos días – dijo.
Era un jardín florido de rosas.
- Buenos días – dijeron las rosas.
El principito las miró. Todas se parecían a su flor.
- Quiénes son ustedes ? – les preguntó, estupefacto.
- Somos rosas – dijeron las rosas.
- Ah! – respondió el principito.


Y se sintió muy desgraciado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y he aquí que había cinco mil, todas parecidas, en un solo jardín !
"Ella estaría muy molesta – se dijo – si viera esto... tosería muchísimo y fingiría morirse para escapar al ridículo. Y yo estaría obligado a fingir que la auxilio, porque si no, para humillarme a mí también, se dejaría morir de veras..."
Luego continuó diciéndose: "Me creía poseedor de una flor única, y sólo tengo una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales posiblemente esté apagado para siempre, no hacen de mí ciertamente un gran príncipe..." Y, tendido en la hierba, lloró.


(Continuará)

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