El libro es nuestro amigo

El libro es nuestro amigo
El libro es nuestro amigo. Cuando un niño o un adolescente leen tiene la posibilidad de asomarse a mundos inusitados

El valor de las letras

Cuando un niño o un adolescente lee, vuela con su imaginación al infinito. Las letras nos hacen cabalgar sobre mundos extraordinarios, ser princesas entre castillos de ensueño, héroes salvadores de la humanidad o alegres saltamontes rodeados de mariposas y ráfagas de brisas primaverales. Podemos elevarnos con la quilla de algún barco pirata, saltar de una nave hacia el espacio sideral o cruzar la puerta de la realidad hacia sitios fantásticos. La literatura es magia para nuestra primera infancia tanto como aventura en la adolescencia o pasión en la juventud. Los cuentos, poemas y relatos son las alas del alma.

¡Como Alicia en el País de las Maravillas...pasemos juntos del otro lado!


Any Carmona

domingo, 20 de febrero de 2011

MINICUENTOS PARA NIÑOS GRANDES por Any Carmona

EL PRIMER DÍA DE CLASES


















Manuela llegó a clases muy temprano ese primer día de ese nuevo año. Su mamá le había dicho que siempre había que dar buena impresión para hacerse buen concepto con la nueva maestra. No había nadie, solo la portera que había abierto recién la puerta de entrada. ¡Qué vergüenza! Siempre con esas ideas locas, su mamá…
Recorrió con su mirada todo el patio y se detuvo en la puerta de entrada a su nueva aula, la de 6º grado, ahora un grado más alto. Fue ahí cuando lo vio. Era un chico nuevo que no conocía del año pasado. Estaba parado con su mochila entre las piernas, jugando con su celular. ¡Qué canchero se lo veía! Alto, flaco y de cabello largo. “Pronto te lo harán cortar”, pensó Manuela. No tuvo más remedio que acercarse pues la curiosidad la mataba.
- Hola, ¿sos nuevo?
- Sí – contestó sin dejar de mirar su celular.
- ¿Cómo te llamás?
- Pedro – ahora la miró.
- Yo soy Manu, bienvenido – le dijo la niña acercándose para darle un beso.
- Hola – Pedro le dio un beso.
“¡Qué lindo es!”, pensó Manuela que se propuso trabar amistad con el nuevo.
- ¿Por qué viniste tan temprano?
- Mi mamá, ¡es una hincha!
- Igual que la mía…vení sentémonos en la escalera que todavía falta media hora.
- Dale – le dijo el rubio.
Ese fue el mejor comienzo de año en la vida escolar de Manuela…¡Quién lo diría, en 6º Grado y ya con novio! Ella sí que era una chica muy moderna. Y todo se lo debía a su mamá…


JUEGO DE CHICOS


Fuimos al corso ese carnaval. Desde ese año en mi país, el Carnaval se hizo feriado por cuatro días y se reabrieron los corsos con murgas en toda la ciudad. Yo me vestí de odalisca. Me sentía una muñeca Barby con mi traje lleno de lentejuelas y mi velo transparente sobre la cabeza, cubriendo mi nariz y mi boca. Pero el pupo, al aire…¡Qué linda estaba! Salimos con mi hermana a caminar por la calle San Juan donde se desarrollaba el desfile. Ella se vistió de azafata (siempre decía que cuando fuera grande, sería azafata).  Allí vi a todos mis compañeros de la escuela. Nos juntamos a jugar. Estábamos disfrazados con los trajes más variados: un médico, una maestra, un mecánico lleno de grasa en la cara, una mujer-maravilla y muchos más.
Música, comparsa con murgas y tambores, juegos con la nieve, corridas, risas y gran diversión. Pero no advertimos que había que ser cuidadosos y mantenernos muy unidos pues había mucha gente y la muchedumbre se agolpaba muy ajustada, cerca del escenario.
Cuando se perdió Pamela, nadie se dio cuenta. Todavía la veo aparecer en la factura de la luz. Una organización que se llama Missing Children, la sigue buscando.

UN GRAN RIESGO















Dijeron que en la Matiné no habría alcohol, tampoco se podían conseguir cigarrillos. Los otros  chicos de 7º le aclararon a Agustín que si quería fumar había que hacerlo en la vereda. Adentro no se permitía. Afuera tampoco, pero en fin...
Cuando se apagó la luz para encontrar en la oscuridad y a tientas, a la pareja que te tocara (así era el juego), vió que la suya era nada menos que la gorda del 6º. ¡Nooooooo! qué mala suerte, al encenderse la luz su redonda cara estaba muy cerca, frente a la suya.
- Hola Agus, tengo puchos – le dijo – Si bailás lento conmigo, te los regalo.
- ¿En serio? – le contestó el chico evaluando la situación. Con la poca plata que le diera su papá no podría comprar nada y hacía rato que los quería probar –Ehhhhhhhh, bueno, dale, pero un solo tema – decidió.
Ese fue el comienzo de su adicción al tabaco, luego probó otras cosas y hoy está en rehabilitación…



ANY CARMONA

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