El libro es nuestro amigo

El libro es nuestro amigo
El libro es nuestro amigo. Cuando un niño o un adolescente leen tiene la posibilidad de asomarse a mundos inusitados

El valor de las letras

Cuando un niño o un adolescente lee, vuela con su imaginación al infinito. Las letras nos hacen cabalgar sobre mundos extraordinarios, ser princesas entre castillos de ensueño, héroes salvadores de la humanidad o alegres saltamontes rodeados de mariposas y ráfagas de brisas primaverales. Podemos elevarnos con la quilla de algún barco pirata, saltar de una nave hacia el espacio sideral o cruzar la puerta de la realidad hacia sitios fantásticos. La literatura es magia para nuestra primera infancia tanto como aventura en la adolescencia o pasión en la juventud. Los cuentos, poemas y relatos son las alas del alma.

¡Como Alicia en el País de las Maravillas...pasemos juntos del otro lado!


Any Carmona

martes, 11 de mayo de 2010

POTRI Y TOFI por Any Carmona - Cap IV: Nuevos aprendizajes (4- 8 ños)

Al bajar del camioncito Potri estaba medio mareado. No tenía ni idea de dónde estaba. Por suerte su dueño lo guiaba y le daba confianza explicándole para qué habían viajado.
- Acá estarás una semana y aprenderás a saltar. Otros caballitos te acompañarán. Es importante que estés preparado para el Gran Certamen Provincial de Salto Equino que se realizará en el pueblo el mes que viene. Yo no puedo enseñarte y es necesario que estos maestros saquen de ti todo lo mejor – Tofi le hablaba muy cerca de la oreja mientras le acariciaba el lomo. Potri le entendía todo y le contestaba pasándole el hocico muy fuerte por su cara.
- Bien, Potri, valiente amigo. Serán pocos días y ya verás qué provecho sacarás a estas lecciones.
Diciendo esto se alejó junto a su padre en el camión rojo rumbo a su hogar en la montaña.
Pero Potri no estaba solo. Una hermosa yegüita baya como él lo miraba desde el otro lado del corral y con un suave pestañeo lo invitaba a acercarse. Era una potranca hermosa y la verdad era que Potri nunca había visto algo más bello. De pronto sus patitas quedaron inmóviles y comenzó a temblar. “Qué me pasa, estoy tan tieso como una piedra que no se puede mover”, pensó el caballito al tiempo que trataba de dar un paso sin conseguirlo. Y la potranca que lo seguía mirando, se le acercó y le dijo:
- Hola, yo me llamo Pili y tú?
- Po…Po…Potri…¿Qué haces aquí?
-Vine a aprender salto en alto y en largo pues voy a competir en el concurso para jóvenes caballos del mes entrante.
- Igual yo…- Potri ya estaba más tranquilo. Después de todo no era tan difícil entablar conversación con esa hermosura.
- Bueno…¡Qué bien!...Seremos amigos – “O más que amigos”- Pensó Potri.
Y así comenzó la semana más entretenida que los caballitos pudieran haber soñado. Entre saltos, trotes y caminatas aprendieron todo lo necesario para la competencia. Cuando se quisieron acordar ya había pasado el plazo acordado y ellos estaban muy enamorados.
- Muy bien. Ya están listos. Ya se pueden ir a casa – Dijo la maestra-instructora de equinos, Cintia - ¡Adiós mis pichones, adiós, nos veremos en el ruedo.

Potri se subió al camioncito donde lo esperaba Hernán, y Pili al tren con el que llegaría a su rancho en el valle, rodeando el gran lago. Se miraron y se comunicaron por telepatía diciendo: “Adiós mi querido Potri, siempre te recordaré”… “Adiós, preciosa, yo nunca te olvidaré. Nos veremos en el concurso”.
Y continuaron su vida cada uno por su lado.

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